En el caso del tatuaje, es una caso complejo y personalmente pienso que debemos respetar la autonomía y confidencialidad de las personas. Al final nosotros podemos como AP dar nuestra opinión pero quién debe decidir sobre lo que debe o no debe hacer es la persona cogestora. Por lo tanto, no debemos comentarle a la madre lo que hará su hija, en el caso que la madre se enfade con nosotros se debería recordar el papel que se tiene y que las decisiones las toma su hija y nosotros obedecemos lo que ella dice.