Sí, yo pienso igual, el limite de toma de decisiones y la intervención de la entidad debe ser la voluntad de la persona cogestora. Pienso así, ya que la persona cogestora es la que decide sobre como quiere ser asistida, por quien, etc. En un servicio como la AP la persona cogestora es realmente el centro del servicio, el protagonista único de su vida. Mi experiencia en residencias y otras instituciones me lleva pensar que esta característica tan clara del servicio en el que desempeñamos nuestra tarea profesional los AP, no se da en estos lugares. Esto lo considero así por mucho que en los documentos de estas instituciones se repita una y otra vez conceptos como Atención Centrada en la Persona. La lógica de estos servicios no encaja en los conceptos defendidos en la Convención de los Derechos Humanos que se basan en ideales de libertad y dignidad.