La entidad tiene que tener un papel de mediador y facilitador para que la persona pueda gestionar el ap. Es fundamental al menos con la situación actual en las dificultades que pone la administración a la hora de la gestión profesional. Para dar soporte administrativo y personal.
La entidad ya no puede intervenir y es su límite cuando la gestión con los trabajadores se basa en la elección del ap y en la gestión en el día a día.